Organización

Fundada en 1904, el objetivo inicial de la FIA era lograr una gestión y una seguridad coherentes para el automovilismo deportivo.

¿Qué es la FIA?

Gracias a la experiencia adquirida en este campo, la FIA se ha convertido desde entonces en una organización mundial que no solo promueve el automovilismo deportivo, sino también la movilidad segura, sostenible y accesible para todos los usuarios de las carreteras de todo el mundo. Como tal, la federación trabaja en tres áreas de actividad interrelacionadas: deporte, campañas y movilidad. En el ámbito de la movilidad, la FIA tiene como objetivo garantizar que los sistemas de transporte seguros, asequibles y limpios estén al alcance de todos. La promoción de formas seguras y sostenibles de movilidad ha llevado a la FIA a comprometerse con iniciativas globales de sostenibilidad y también a fundar su propia respuesta principal a los problemas de seguridad vial, la Acción de la FIA para la Seguridad Vial. Esta campaña mundial, en apoyo del Decenio de Acción de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, tiene por objeto reducir en cinco millones el número de víctimas mortales en las carreteras antes de 2020. Como órgano rector del automovilismo, la FIA garantiza que se celebren eventos justos, bien regulados y, sobre todo, seguros en todos los rincones del mundo. En última instancia, el objetivo de la FIA es simple: mantenerle activo de forma segura y dinámica.

Dedicados al desempeño

La participación de la FIA en el automovilismo es casi tan antigua como el propio automóvil. Con la popularidad de las carreras de ciudad a ciudad a principios del siglo XX, pero sin reglas de seguridad ni de competencia justa, el Automobile Club de France se alió con doce clubes de todo el mundo para formar la Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus, el antecedente directo de la FIA. En 1950, la federación inauguró el Campeonato Mundial de Fórmula Uno y así comenzó la evolución de la FIA hacia una fuerza mundial del automovilismo deportivo. Desde la Fórmula Uno hasta el Campeonato Mundial de Rally, y desde las carreras de resistencia hasta el nuevo escenario de los campeonatos de energía alternativa, la pasión de la FIA por el automovilismo deportivo y su dedicación por garantizar el juego limpio y la seguridad para todos los competidores no han disminuido.

Más allá de la pasión

Pocos esfuerzos competitivos ofrecen la emoción impulsada por la adrenalina de los deportes de motor. Desde la emocionante mezcla de alta tecnología y glamur de la Fórmula Uno hasta la potente mezcla de control de coches y entornos extremos del Campeonato Mundial de Rally, el deporte del motor de alto nivel tiene la capacidad de encender las pasiones más fuertes tanto de los competidores como de los espectadores. Pero la emoción pura debe estar respaldada por un control tranquilo, y es aquí donde entra en juego la FIA, que regula y adjudica centenares de eventos en una gran variedad de series cada año. La FIA es el árbitro mundial del deporte del motor, desde el suministro de conocimientos normativos y un sistema judicial deportivo imparcial hasta la reciente adopción por parte de la federación del código de la Agencia Mundial Antidopaje para combatir el uso de drogas en el deporte.

En buenas manos

La FIA, reconociendo que el automovilismo es intrínsecamente peligroso, ha trabajado incesantemente a lo largo de su historia para mejorar la seguridad en todos los niveles de la competición. En la década de 1960, uno de cada ocho eventos de Fórmula Uno tuvo como resultado la muerte de un piloto. Sin embargo, cincuenta años después, la FIA está muy orgullosa de que haya disminuido notablemente el número de accidentes en los campeonatos que organiza. Sin embargo, no hay que caer en un exceso de confianza. Aunque la F1 tiene un historial de seguridad envidiable, en otras categorías sigue habiendo lesiones y fallecimientos, y la FIA se ha comprometido a erradicar las muertes y las lesiones graves de todas las formas de automovilismo. Por ello, en 2004, se creó el Instituto de la FIA para promover el rápido desarrollo de tecnologías de seguridad nuevas y mejoradas, para facilitar estándares más altos de educación y formación, y para concienciar sobre temas de seguridad y sostenibilidad. El mensaje de la FIA es simple: «estás en buenas manos».